Supongo que ya es suficiente, esto algún día tenía que llegar, fue mucho tiempo esperando por ti, muchas decepciones, muchas recaídas...Luche por ti hasta que me quede sin aliento, sin fuerzas, hice todo lo posible por que te quedaras conmigo, pero aunque no te tuviese seguía cerca de ti, ayudándote, buscando tu felicidad antes que la mía propia, y todo eso no fue suficiente...Lo siento, ya no puedo más, yo no voy a poder soportar otro golpe...te deseo suerte, amor, felicidad, te deseo lo mejor, pero no cuentes conmigo, no me busques cuando te sientas solo, no me hables cuando necesites que alguien te escuche, no lo hagas porque sabes que volveré, y si vuelvo será mi perdición...enserio, ya lo has hecho otras veces, échame, pero esta vez para siempre...esta vez no me hables, no lo hagas, solo déjame recuperarme de ti, deja que mi corazón vuelva a latir por alguien que no seas tú. 



No me busques...ya no estaré.

Es curioso como cuando intentas olvidar a una persona el mundo entero se pone de acuerdo para seguir recordándotela. Es un fastidio pero pasa casi siempre. Y por más que te empeñas en cerrar los ojos, siempre hay algo en cualquier parte que hace que esa persona se mantenga en tu cabeza constantemente. Y cuando crees que ya la olvidaste, ZAS. En el momento menos esperado... una palabra, un gesto, una imagen; lo que sea, te la devuelve y tienes que volver al principio. Llega un momento en el que la situación se torna insoportable y entonces es cuando decides hacer algo.

Y hacer algo siempre significa olvidar.

Después de tantos años y después de tanto daño me doy cuenta de que el amor no es ciego, el amor es capaz de cegarnos. Alguien que nos parecía absolutamente maravilloso puede ser, en realidad, un hipócrita al que no le importa jugar con los demás. El tiempo me ha enseñado a encajar los golpes aunque duelan. Para ello necesitamos una base, un punto de apoyo, un banco en el que descansar, alguien con quien no sólo compartir una taza de café. Por suerte, yo he encontrado a gente así, con un corazón que no les cabe en el pecho.
La vida no es dura, amigos... la vida hay que saber vivirla. Si no hubiera malos momentos no apreciaríamos los buenos ratos. Si no existieran zorras no apreciaríamos a gente con un gran corazón. Es así de simple: aprovechad el momento, vivid la vida.


Hoy, lo que toca... es ser feliz.

Me gustaría decirte tantas cosas…
Me gustaría decirte lo mucho que reí contigo y lo que llore sin ti. Lo mucho que te esperé y las cosas que aguante. La vida que vi pasar ante mis ojos y todo lo que se perdió ante ella. Las esperanzas y los sueños. Los miedos y el temor…
Pero me gustaría decirte que después de todo, te quise. Te quise tal y como eras. Te quise con tus defectos y virtudes. Te quise más que nadie. Por que aunque hubiese mil y una decepciones de por medio, yo logre quererte. ¿Sabes lo que es sentir que quieres tanto a una persona que te pondrías delante de él y una bala? ¿Sabes lo que es sentir que quieres a esa persona hasta desgarrarte? No, tu nunca lo entendiste y nunca lo vas a entender. Pero me cansé. Estoy harta de estar tirada en este suelo sucio consumiéndome con el humo de mi cigarro. Harta de que la gente te diga cosas que no tienen ningún sentido para mis oídos. Harta de llorar por ti. Siempre por ti..

Quizás todos ellos tengan razón… ¿de que vale todo esto? Es hora de perseguir nuevos sueños.

No existe el olvido, no se puede olvidar a una persona o un hecho, simplemente, se supera. Superas relaciones, superas miedos, superas perdidas, superas heridas... Continuamente superamos cosas, pero no las olvidamos. No desaparecen de un día para el otro ni de un año a otro de nuestra mente, simplemente comenzamos a darle importancia a otras cosas u otras personas que nos van alejando de lo que nos causa daño hasta que logramos que no nos afecten más.

Es una cuestión más que nada, de tiempo.

Es curioso cuando te paras a pensar en todo lo que se ha ido; cuando te das cuenta que todo lo que se ha ido es lo que necesitabas para seguir viva. Y en ese momento es cuando te invade la nostalgia y empiezas a pensar si te toca resignarte o seguir mirando hacía delante y caminar, seguir andando... La única diferencia entre el y yo es que siempre he tenido las cosas muy claras, que lo que esta pasando tal vez no sea lo mejor pero es lo que queda y es a lo que me tengo que aferrar. Se que, tal vez no ahora pero en algún momento de la vida alguien se cruzara en mi camino y también se que mientras que camino y doy mis pasos, mil personas seguirán entrando y saliendo de mi vida, unas más importantes que otras pero personas que en algún momento serán importantes. Intento no pensar que será o que pasará, si volverá de nuevo o si realmente quiero que vuelva, si ha sido el o he sido yo o en lo que ha pasado para que no este a mi lado porque aunque ahora lo intenté y no logré conseguirlo, algún día ese alguien que se cruce en mi camino me hará sonreír de nuevo al igual que también cabe la posibilidad que me haga sentir como me encuentro hoy. Y aunque no tengo claro que pasará puedo decir que tengo que seguir caminando y no parar, porque parar significa volver a tropezar de nuevo. Y espero que aún cuando siga caminando la vida me de motivos por los que salga medianamente satisfecha de ello.

Y de momento, hoy por hoy seguiré caminando a expensas de lo que la vida me depare.