Es curioso como cuando intentas olvidar a una persona el mundo entero se pone de acuerdo para seguir recordándotela. Es un fastidio pero pasa casi siempre. Y por más que te empeñas en cerrar los ojos, siempre hay algo en cualquier parte que hace que esa persona se mantenga en tu cabeza constantemente. Y cuando crees que ya la olvidaste, ZAS. En el momento menos esperado... una palabra, un gesto, una imagen; lo que sea, te la devuelve y tienes que volver al principio. Llega un momento en el que la situación se torna insoportable y entonces es cuando decides hacer algo.
Y hacer algo siempre significa olvidar.
Y hacer algo siempre significa olvidar.
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