martes, 6 de diciembre de 2011

¿Sabes por qué a la gente le gusta estar enamorada? Porque cuando estás enamorado te sientes vivo, y eres como un niño, y a todo el mundo le gusta ser un niño. Pero lo que pasa es que antes tenía ganas por descubrir lo desconocido. Envidiaba a toda pareja que pasaba por la calle, hacía bromas a cualquiera que se me plantara delante. Veía el lado bueno de la vida, no pensaba en los problemas, sufrimientos... simplemente quería despreocuparme y disfrutar. Todos los fines de semana los pasaba fuera de casa, y cuando no, me quedaba en casa hasta las tres de la mañana. La televisión me interesaba y me apasionaba ir en el tren. Ahora... ahora lo veo todo de otra manera. Ya no envidio a las parejas, cuando veo a una, pienso: ¿Cuanto durarán?. Ya no hago bromas, me las hacen a mí. Casi no veo el lado bueno de la vida, mayoritariamente me la paso sufriendo, diciendo: ¡Mi vida es una mierda! Pienso más en los problemas que en otra cosa, y ni siquiera puedo despreocuparme. Pocos fines de semana salgo en condiciones, y ya ni siquiera me quedo hasta las tres de la mañana, como mucho hasta la una. La televisión me interesa muy poco, y hay pocos programas que me parecen interesantes, y el tren lo toco lo justo. Creo que merezco el premio nobel de GILIPOLLAS.